viernes, 16 de octubre de 2015

Lactancia materna: Dar teta no es fácil!!

Al momento de nacer nuestro primer hijo, todo el mundo te da consejos sobre cómo “enrielar” a tu hijo y moldearlo de acuerdo a las necesidades de la familia, y no de acuerdo a las necesidades del bebé. Sé que es ñoño pensar que leer un par de libros o artículos te hagan llegar al nirvana de la crianza respetuosa, y yo me rio sola, porque hasta ahora sí, la crianza ha sido respetuosa, pero mi hijo tiene apenas 6 meses y nos quedan muuuchas pruebas que pasar. Pero creo que una vez más debo  decir que le debo mucho a los libros que he leído que (insisto) no enseñan a criar, sino que enseñan a comprender el comportamiento de los recién nacidos y de los niños dándonos una perspectiva que la rápida, egoísta y estresante vida actual no nos permite apreciar, volver a mirar la crianza  y a nuestros hijos con ojos más amorosos y con menos expectativas.
Yo en este momento estoy enfrentada al asunto de la alimentación complementaria, la vuelta al trabajo y la titánica tarea de mantener una lactancia materna exitosa. Y ha sido bien interesante.
Voy a utilizar un poco de lo que el Gurú Carlos González nos habla sobre la lactancia materna, mezclándolo un poco con mi experiencia con esto de amamantar a mi primer hijo.
De partida creo firmemente que en la lactancia materna hay que utilizar la “ley de la atracción”, visualízate amamantando a tu hijo estando embarazada, dile a tu cuerpo que está diseñado para esto, una actitud ganadora es primordial en este asunto, la lactancia en un proceso hormonal, gatillado por las emociones, si estas preocupada de NO tener leche…ya sabes que va a pasar.
Yo jamás me cuestioné el asunto de la lactancia, siempre creí que no iba a tener problemas para dar leche. A mi doctor le mencioné que para mí era  importante el apego al nacer, y afortunadamente y a pesar de que mi hijo nació por cesárea, el apego fue increíble!. Al salir de mi guatita me dejaron abrazar de inmediato a mi hijo, después de uno 10 minutos recién mi esposo cortó el cordón, y después de eso nuevamente lo colocaron en mi pecho, hasta que la intervención terminó.
Mi hijo nació con bajo peso, por lo cual tenía controles de glicemia más seguidos para evitar hipoglicemias, hasta ese entonces yo no veía ni señas de tener leche y si apretaba mis pezones salía calostro muy escaso, pero aún así, nunca dudé. Estando en recuperación solicité de inmediato que me trajeran a mi hijo, y antes de tener una hora de nacido ya estaba tomando teta, no sabía si estaba realmente tomando algo, pero confiaba en que mi hijo sabría estimular lo suficiente para obtener lo que quería. Debemos confiar en nuestro hijo!
Él sabrá pedir cuando tenga hambre, sabrá cuanto tiempo mamar, de que pechuga quiere tomar, etc. En la clínica me dieron algunas “directrices”, como darle teta 15 minutos por lado, cada 2 horas y todo eso. Sin embargo mi instinto me hizo no hacer mucho caso de estas indicaciones.
No quise que Pedro fuera a la sala cuna de la clínica en las noches, todos me decían que aprovechara para descansar, pero  la verdad esperé tanto a mi hijo que ahora que por fin había llegado, lo último que quería hacer era descansar de él. Por el contrario desde el comienzo me propuse aprovechar ese tiempo para establecer nuestro nexo mamá – hijo y le di toda la teta que pude.
La última noche, decidí enviarlo a la sala cuna de la clínica y me arrepentí profundamente, dormí rico como 3 horas, el resto de la noche estaba pensando en él. Más encima les dije que si lo veían con hambre me lo trajeran de inmediato. En lugar de hacer caso, le dieron relleno sin mi consentimiento. Pfffff
Mi hijo hizo una hipoglicemia el último día, así que ahí fue necesario darle un poco de suero para regular su glicemia, ese era el tercer día post parto, todavía ni rastros de leche y yo aún no dudaba.
Al día siguiente me dieron de alta y nunca pregunté cómo preparar relleno, ni que tarro de leche podría comprar ni nada de eso. Ese día, el cuarto post – parto, tuve una bajada de leche descomunal, tanto así que mi esposo tuvo que correr a comprar un extractor de leche.
Los niños no tienen horarios, al menos no al principio así que no sacas nada con estresarte y hacer caso de los horarios, o eso de los minutos por teta, los niños al principio se demoran más en tomar leche y con el correr de los meses en 3 minutos te dejan seca, se transforman en unos expertos en succión. Los niños eligen sus horarios propios porque así consiguen modificar la composición de la leche a su gusto. Lo mejor es hacerse la idea de que la cosa esa demanda, y es a demanda del niño, no de la madre!, yo me hice la idea de que esto sería cansador al principio y seguí adelante, el primer mes fue del terror, mi hijo demandaba teta a cada rato, mis pechos me dolieron mucho (mucho!) las primeras 3 semanas, me salió llanto un par de veces, no dormimos mucho con mi esposo, pero continuamos con la lactancia a libre demanda.
Tooooooodo ese cansancio se esfumo cuando en el control del primer mes nuestro hijo había subido 1,6 kilos!!, me sentía tan orgullosa, nuestra familia había hecho un gran trabajo!!
Lo que me ayudo mucho fue leer sobre lactancia materna antes, porque la lactancia materna es un arte, no es nada fácil y tiene muchos desafíos en el camino y si no estás informada y te dan malos consejos, terminarás dando fórmula antes de tiempo y en forma tal vez innecesaria. Me refiero específicamente a los “brotes de crecimiento” y a las “crisis” de lactancia.
Resulta que en la primera parte la producción de leche es un poco más desordenada y para los 15 -20 días es el momento donde uno más leche produce, llegando incluso a un litro y medio por día. Sin embargo, el niño va creciendo y por lo tanto va a necesitar aún más leche, la única manera de aumentar la cantidad de leche que producimos es aumentando la cantidad de tomas, por lo cual el bebé en estos días demanda más el pecho y la mamá puede creer que el bebé queda con hambre o que su leche no lo alimenta. Tranquila, tu hijo sólo esta regulando la cantidad de leche que necesitará para seguir creciendo.
Imagen obtenida de la web

Otra pequeña crisis es a las 6-7 semanas de vida (y esta sí que la viví como de libro!) otra vez el niño demanda más el pecho, pero además el niño llora al mamar, o se pone nervioso, tira la teta o se tensa al tomar el pecho. Al parecer además del aumento de leche necesario, existe un cambio en la composición de la leche que hace que cambie de sabor por un tiempo y eso puede disgustar al bebé, esto puede durar una semana.Y después viene la crisis de los 3 meses que es más marcada, donde se observan los siguientes fenómenos:
  • ·         El bebé ya no mama tan a menudo, hay más espacio entre las tomas. (no tiene hambre?, no quiere mi leche?)
  • ·         El bebé que antes se quedaba prendido de la teta por largos minutos ahora dura 3 o 5 minutos y no quiere más teta plop!
  • ·         Ya no tienes esa sensación de los pechos llenos de leche, y puede que ya no sientas la “bajada” de la leche como antes. Sientes los pechos más blandos. (ya no tengo leche??)
  • ·         Cuesta más amamantar al bebé, se distrae, llora, etc. y parece que sólo toma leche tranquilo cuando duerme.
  • ·         Se regula el peso, y el bebé engorda menos que los primeros meses.
  • ·         El bebé se chupa o más bien se devora la mano con un gusto que da miedo, se puede interpretar como signo de hambre.
  • ·         Disminuye la frecuencia de las deposiciones (caca), antes hacia todos los días incluso varias veces al día y ahora, hace cada dos o tres días.

Todas estas situaciones tienen explicación. A los 3 meses los niños se vuelven expertos es mamar y es por eso que en minutos extraen todo lo que necesitan. A esta edad también la visión y audición del bebé se desarrollan de forma espectacular, por lo cual ahora ven y escuchan más allá de la mamá y se distraen con todo. El cerebro de tu bebé está funcionando a mil por hora!.
Por otro lado el cuerpo de la mamá es muy sabio y para regular la producción de leche se demora un poquito más para no producir “leche de más”, en promedio la bajada de leche ahora demora 2,2 minutos,y esos minutos para nuestro bebé son eternos, y se ponen a llorar. Y bueno los niños regulan su peso, si subieran lo mismo siempre al año serían enormes!!!
Estas situaciones pueden confundir a los padres y finalmente algunos deciden dejar la lactancia materna de manera errónea y comienzan a dar fórmula.
Algunos consejos para superar esto es no insistir demasiado, dale tiempo a tu hijo, él aceptará el pecho cuando lo necesite. Dar pecho en penumbra y en una habitación más tranquila, en este punto un poco de comprensión con la madre por fa!. A mí me salió pelea con esto, fui acusada de “mala onda” y de no querer “compartir al niño” por no dar teta en una habitación llena de gente. Filo, la mamá eres tú y debes sentirte cómoda y así además evitas comentarios del tipo “y porqué llora tanto?”, “debe quedar con hambre”, etc, etc, etc. De pasadita recomiendo no sentarse al lado a observar como amamanta una mamá, es de mal gusto, ponen nerviosa a la madre y desconcentran a la guagua; en mi opinión el único que puede hacer eso es el padre, una cosa es que tú amamantes en cualquier lugar, pero los demás por favor sigan con lo suyo. Mejor tráigale un vaso de jugo a la mamá y la hace de oro!!
Lo más importante es confiar en tu capacidad para alimentar a tu hijo, no creer en los mitos, infórmate, así cuando alguien te diga algún comentario innecesario y desubicado, tendrás el fundamento científico para rebatirlo. No existen mamás con poca leche o mala leche. Tu eres perfecta para tu hijo y punto!!


Fuente: "Mi niño no me come", Carlos Gonzalez.
Crisis de lactancia, Alba, lactancia materna.






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