martes, 15 de agosto de 2017

Días Agitados!!

Han sido semanas con una mezcla de tranquilidad y agitación en nuestras vidas. Estamos pasando por algunos procesos como familia que nos han mantenido mentalmente ocupados.
Estamos empezando a afinar detalles sobre mi cambio de rutina laboral. Las mujeres embarazadas en Chile no podemos trabajar en turno de noche, por lo tanto debo presentar un certificado de embarazo y debo solicitar el cambio a un horario diurno en un lugar donde las labores no sean perjudiciales para mi salud o la del bebé. Estábamos esperando pasar el primer trimestre sin problemas para iniciar este trámite. Después de todo ya no tengo 23 y consideramos prudente esperar un poquito para hacer los grandes cambios. 
Ésta semana tengo la eco doppler que será justo el día en que cumpla 14 semanas de embarazo. Existe una posibilidad de que podamos saber el sexo del bebé. Sin embargo, lo que me tiene realmente ansiosa es ver que el bebé tenga todas sus partes donde corresponde. El sexo para mi es un detalle. Aunque estamos apostando que es una niña jiji.
Lo otro que quería contarles era sobre una situación totalmente inesperada que me ha pasado estas semanas y que fue un poquito complicado de manejar al principio.
Estábamos dejando fluir el asunto de la lactancia en tándem con Pedro hasta que empecé a notar mucha molestia al momento de amamantar, sobre todo en la noches. Pero no era el dolor por la sensibilidad de los pechos, no eran las posiciones insólitas que toman los niños grandes para amamantar. Era rechazo. Rechazo visceral, horrible. Ganas de gritarle a mi hijo: para! ya no quiero darte nunca más teta!
Los primeros días lloraba en silencio mientras amamantaba y un día leyendo sobre lactancia en tándem, me cruzo con un titulo que decía "Agitación del amamantamiento". Me pongo a leer. Y tal cual!!. Eso es lo que me pasa..
La agitación del amamantamiento es un rechazo profundo a dar el pecho, ganas de apartar al hijo y que por supuesto va acompañado de una culpa del porte del titanic. Agregando que muchas mujeres no hablan del asunto, porque es complejo sentir rechazo hacia tu hijo en cualquier modo. No sabes como reaccionará la gente alrededor.
Esta condición se da generalmente en mamás que están amamantando a niños mayores de un año. Y sobre todo aparece en casos como el mio, en que se está amamantando estando embarazada o dando pecho a dos hijos. En ese caso el rechazo suele presentarse con el mayor de los hermanos.
La sensación comienza como una especia de "calambre", es como cuando algo te da nervios y te recorre la espalda. Dan ganas de salir corriendo, llorar y nunca más dar teta. Y en lo personal era súper marcado cuando Pedro hacia el ejercicio de "sintonizar" o jugar con el pezón de la otra mama. Ufff ahí si que no soportaba la sensación.
Puede suceder que esta incomodidad aparezca sólo en algunas tomas. En mi caso, durante el día no tenía mayor problema, pero las tomas de la noche, eran una tortura. Muy triste.
Al principio le dije a mi esposo que me dolía mucho dar pecho en la noche, y tratamos de hacer las tomas más cortas y yo encontré un mordedor que le compré a Pedro cuando era bebé y se lo pasé mientras tomaba teta de  noche para evitar que jugara con mi teta. Eso ayuda bastante, aunque pocas veces logro distraerlo.
Finalmente encontré un articulo que describía muy bien lo de la agitación y se lo envía a mi esposo, para que me pudiera entender. Aparentemente esta situación es causada por las hormonas que instintivamente nos hacen querer destetar con la venida de un nuevo bebé.
De partida el saber lo que me estaba pasando fue muy  bueno y ya me quitó harta ansiedad de encima. Inmediatamente pude controlar los episodios, no totalmente, pero ahora puedo respirar profundo, trato de relajarme y sé que esto es una cosa super animal, instintiva, que no es que yo rechace a Pedro. Es la naturaleza que quiere poner un poco de orden a las cosas que me pasan. Empecé a conversar con Pedro, explicarle que me duele un poquito, que tratemos de estar más cómodos, trato de darle menos pecho y estar acostados abrazados, le canto canciones, le acaricio su pelo y su carita, le digo que lo amo, etc. Toda la artillería.
Comencé a aplicar la única regla que he encontrado con respecto al destete respetuoso: NO OFRECER, NO NEGAR. 
No ofrezco la teta, ofrezco un yogurt con frutas, una leche, un abrazo, ver una película, un cuento, una canción. 
Pero si me pide teta, le doy. Pero parece que es verdad lo que dice la literatura. Mi producción de leche bajo al mínimo. Así que Pedro pareciera que quiere acercarse a sentir el olorcito, el calor, quiere regazo, contención.
Así que ahora sólo nos queda la toma de la noche, que ahora también es a medias. Ha sido muy gradual y natural todo. Hay días que demanda teta a la hora de la siesta y se la concedo. Estos son al parecer los últimos días de lactancia con mi maravilloso Pedro.
Y yo que ando con las hormonas demasiado sensibles, me ataca la pena. Me pregunto si lo estaremos haciendo bien. Me pregunto si Pedro no se sentirá herido. No quiero sobrecargarlo de cambios y eventos en su cortita vida. En el jardín las tías me dicen que ha estado más sensible de lo habitual. Me cuesta dejarlo en el jardín, me abraza como un koalita con miedo y me parte el corazón. Pero debemos también seguir las rutinas. Y me ataca la pena...
Así que acá estamos, con hartos cambios, para todos. Tratando de pasar etapas con harto amor no más.. confiando en la naturaleza una vez más...parece que nuevamente fue mejor dejar fluir... todo está pasando como tiene que ser..intenso..profundo..
Le decía a Eduardo que estoy super agradecida de la vida de vivir todos estos momentos, las luces y sombras de la maternidad. Porque las sombras igual tienen su magia, te hacen descubrir lo fuerte que puedes ser, de lo valiente que uno es, conocer todos los rincones ocultos de nuestra naturaleza mamífera lo tomo como un privilegio. Cuántas cosas tengo ahora para enseñarle... si es niña.. y a nuestro Pedro cuando sea padre.. cuántas cosas mi esposo y yo tenemos para transmitir...cuánta verdad cuando escuché que cuando criamos a nuestros hijos estamos también criando a nuestros nietos y así..eternamente...

Jennifer Ravanal Cortés
Enfermera
Monitora de Lactancia materna OMS

Foto del blog "De Monitos y Risas"


sábado, 29 de julio de 2017

Lactancia en Tándem... nuestra primera aventura del segundo hij@

Cuando nació Pedro yo ya había leído mucho sobre lactancia y demases. Eso me ayudó mucho a estar tranquila y confiada de que yo podía dar pecho perfectamente si me lo proponía. Si me preguntan, nunca tuve duda alguna de que iba a lograr amamantar. 
Obviamente en el proceso igual pase por las dificultades típicas que enfrentamos todas las madres. Dolor, grietas, pocas horas de sueño, brotes de crecimiento, crisis de lactancia, la vuelta al trabajo, etc.
Y fui pasando etapas debido a esta confianza construida, (en mi caso a través del estudio), gracias a esta paciencia que brota de no sé donde, porque yo paciencia nunca he tenido jaja, y gracias al inagotable apoyo de mi esposo, que a través de todo este proceso ha estado ahí dándome el empuje que falta cuando uno esta flaqueando.
Pedro ha tenido sus épocas de menos teta, donde he pensado que ahora se viene el momento del destete y después vuelve a sus etapas donde toma tanto pecho como un recién nacido jajaja.
y entre estos altos y bajos de lactancia, nos enteramos que estamos esperando un segundo bebé...
En todos mis estudios sobre lactancia por supuesto escuché este concepto de la lactancia en tándem, sin embargo, ahora que ya inicié el proceso, puedo ver que se necesita un "boost" de energía, apoyo y estudio para seguir adelante.
Antes de saber que estaba embarazada ya tenía dolor al amamantar a Pedro, pero no quise hacerme ilusiones de que estaba embarazada, así que pensé que la causa era que Pedro al estar más grande succionaba muy fuerte, o que la posición era menos efectiva ahora que tiene más de dos años. Cuando supimos que estábamos esperando otro bebé, me hizo más sentido el dolor que sentía. La verdad es que la sensibilidad de los pechos es brutal y amamantar se volvió bien complejo.
Complejo porque yo se que como familia no estamos listos para dejar la lactancia. En mi interior he pensado muchas veces en destetar a Pedro en formas no muy respetuosas. Pero tampoco podría, muero de pena de tan solo pensar en terminar un proceso tan bello de forma poco amigable. Sería como echar por la borda todo lo que hicimos durante este par de años.
El otro día mi esposo igual me hizo un comentario que me dejó un poco sorprendida. me dijo que el tampoco estaba preparado en caso de que yo decidiera destetar de un tirón a Pedro. Me dijo que también sería un impacto para él y que indirectamente tendría que lidiar con las consecuencias de esa decisión. Le encontré sentido. Si él me ha ayudado todo este tiempo para facilitar la lactancia, no tengo porqué excluirlo del cierre del proceso.
Finalmente como no estamos listos para "soltarnos", he dejado que fluya, no he tomado ninguna decisión, confío en los ritmos de Pedro y la naturaleza.  Sólo he tratado de dejar de ofrecer el pecho, dejo que mi hijo me pida cuando desee mamar y eso ha permitido disminuir las tomas a lo largo del día.
La lactancia en tándem se refiere a las mujeres que deciden seguir amamantando a un hijo durante un embarazo y que continúan la lactancia con dos hijos después del nacimiento. 
Este tipo de lactancia es más bien desconocida y es un poco mal mirada, principalmente por culpa de mitos mal fundados, profesionales de la salud que muestran rechazo cuando las madres confiesan que están amamantando durante el embarazo y por que la sociedad no encuentra sexy a una mujer con dos guaguas colgando de la pechuga.
La mayor parte de las mujeres que hoy en día se atreven con la lactancia en tándem son mujeres de 35 años o más, generalmente tienen estudios de nivel superior, en su mayoría tienen pareja estable que apoya la lactancia materna, cuentan con apoyo de su entorno familiar o círculo social, son mujeres que asisten a grupos de lactancia materna o que han buscado en algún momento apoyo o asesoría y han logrado tener mayor conocimiento respecto al tema.
En la mayoría de los casos los niños destetan solos durante el embarazo de la madre, sobre todo en el segundo semestre, ya que debido a los cambios hormonales, la producción de leche baja de forma importante y además se documenta que hay un cambio de sabor en la leche que hace que el hijo mayor destete de forma gradual. Aún así hay un 30% de los niños que continuará lactando sin ningún problema. 
Una de las grandes dudas sobre la lactancia en el embarazo es sobre las contracciones. Y la bibliografia describe que, efectivamente se producen contracciones mientras se amamanta al hijo mayor, pero estás no significan riesgo para el bebé en desarrollo. Éstas contracciones son indoloras y ceden de inmediato al dejar de amamantar.
Otro mito es que el hecho de amamantar durante el embarazo pone en riesgo el crecimiento fetal. Esto es falso, incluso en encuestas realizadas a madres que amamantaron durante el embarazo, se evidenció que los recién nacidos pesaron más que sus hermanos mayores.
La lactancia durante el embarazo no influye negativamente en la salud de la madre. La naturaleza es tan sabia que para priorizar al bebé y a la madre, disminuye la producción de leche a niveles mínimos luego del 4° mes de gestación. En mi caso para quedarme tranquila decidí comprarme vitaminas prenatales para estar bien nutrida. En todo caso no las tomo porque tenga miedo de la lactancia. Le tengo miedo a mi alimentación que últimamente esta basada en papas fritas y pizza jajajaja.
La lactancia en tándem después del nacimiento del nuevo bebé, tiene algunas ventajas no menores que vale la pena mencionar.
Los recién nacidos suben un 21% más de peso que sus hermanos mayores en el primer mes de vida.
Algunos creen que puede haber un riesgo de mayor contagio de enfermedades entre hermanos al compartir el pecho, sin embargo, tenemos que tomar en cuenta que el hermano mayor recibirá una nueva carga de inmunoglobulinas y otras maravillas que tiene la leche materna que le vendrán muy bien justo en una etapa donde necesitamos al hijo mayor sano!!
Las madres refieren que hay una mejor conexión entre hermanos y hay un mejor manejo de los celos al hacer lactancia en tándem. Ojo que en la mayoría de los casos las madres no le dan pecho al mismo tiempo a sus hijos como se ve en las fotos en internet. Generalmente las mamás ponen al pecho al hijo menor para garantizar que tome calostro y después ofrecen el pecho al mayor si desea. Al principio es habitual que el mayor quiera tomar teta más seguido o que vuelva a tomar teta aún cuando ya ha destetado antes. Esto se supone es una etapa de adaptación y pronto el hijo mayor vuelve a su rutina y de a poco uno puede ir poniendo un poco de orden a las tomas.
Por otro lado las mamás cuentan que el haber dado pecho en el embarazo ha facilitado el proceso de "bajada de la leche" que se produce más rápido que con el hermano mayor. Esto también hace que el recién nacido pierda menos peso después de nacido en comparación con su hermano mayor y a su vez recupera ese peso más rápidamente.
El hermano mayor ayuda a aliviar los pechos injurgitados de la madre en las primeras semanas donde la producción de leche esta más "desordenada".
El hecho de contar con una producción más abundante y constante de leche haría que las crisis  y brotes de crecimiento pasen más desapercibidas en el hermano menor. 
Una de las pocas desventajas, pero que es sumamente importante y determinante para llevar a cabo esta tarea, es que la madre se ve enfrentada a una importante sobredemanda, física y psicológica. La pareja y el entorno deben estar atentos a las necesidades de la madre. Sería importante programar horarios para permitir que la madre salga un rato a alguna actividad sin los niños o dar espacio para que comparta espacio con el hijo mayor. Procurar descanso, alimentación adecuada y mucho cariño a la mamá.
Otra desventaja es la actitud de los profesionales de la salud frente al tema, una mirada respetuosa, amable e informada hacía el proceso debería ser lo correcto. La realidad es que muchas mujeres prefieren ocultar que aún dan el pecho por miedo a los comentarios negativos por parte del personal de salud. Plop.

Así con la cosa!!. Estoy empezando esta aventura, no se si seguiremos hasta el nacimiento de nuestro nuevo bebé, o si Pedro decidirá destetar en el embarazo. Pero por mientras no me queda más que informarme, tomármelo con calma, estar tranquila y dejar fluir. Agradezco el apoyo infinito de Eduardo, mi esposo y de mi entorno en general que jamás me ha puesto una mala cara por dar teta aún. En realidad sólo veo caras de asombro jajaja, pero en buena, eso incluye a mi ginecólogo que estaba fascinado porque sabíamos de la lactancia en tándem y nos empezó a mostrar fotos de mamás dando pecho a dos hijos jajaja tan tierno!!


Jennifer Ravanal Cortés
Enfermera
Monitora de Lactancia OMS







viernes, 2 de junio de 2017

No nos dejemos solas!!!

Hubo una época en que la lactancia materna permitía que nuestros hijos pudieran sobrevivir en esta tierra. Las cavernas en las que vivíamos no tenían habitaciones separadas para padres e hijos. Las madres porteaban a sus cachorros la mayor parte del tiempo, así podían continuar con sus actividades sin dejar de estar atentas a sus bebés. Los niños pasaban el día pegados al pecho materno... y a nadie le llamaba la atención..
No existían asesoras de lactancia, libros de maternidad, ni blogs. Las mujeres no le consultaban al pediatra si su leche era buena, o si a la guagua le hacia bien o mal dormir con sus padres. En ese tiempo detrás de las madres estaba la tribu, que participaba de la crianza de los niños. Las mujeres antiguas le enseñaban a las nuevas madres y los hombres de la tribu estaban conscientes de lo sagrado de dar vida. 
Hubo una época donde la lactancia era de pobres. Y las mujeres ricas conseguían nodrizas para alimentar a sus hijos. La industria alimentaria creó la leche artificial y con esto llegaba la promesa de que las mujeres podrían salir de casa a trabajar o disfrutar la vida, sin culpas. Así las mujeres también descubrimos que somos buenas para muchas cosas además de criar hijos. Y eso nos trajo satisfacción e independencia.
Hace unos días leía un post donde una madre se sentía discriminada, apuntada con el dedo, por no amamantar o no amamantar lo suficiente. Y debo confesar que me enoja profundamente ese tipo de comentarios.
Primero pienso si esa gente que hizo sentir así a esa mujer es cercana o no. En cualquiera de los dos casos, yo a estas alturas y habiendo pasado por todo lo que implica el puerperio con sus momentos alegres y tristes, preferiría alejarlas de mi vida al menos por un rato, no sin antes explicarles amablemente el nivel de desubicación que implica juzgar a otra madre sin ponerse antes en sus zapatos.
Segundo pienso en toda la culpa que ocultan esos comentarios. Cuando una mujer se siente así es porque se siente culpable de no haber amamantado. Y me pregunto porqué existe esa culpa. Finalmente llego a la conclusión de que la mayor parte de las mujeres que renuncian a la lactancia materna en realidad no están tranquilas con esa decisión. La mayoría pasó por las dificultades típicas de la lactancia, pezones lastimados, cansancio extremo, guaguas al que al parecer la leche de la madre no les es suficiente. Casi todas recibieron finalmente el consejo de la amiga, de sus propias madres o del pediatra de dar leche de tarro para evitar que la guagua quede con hambre, permitir que la madre descanse y así de pasada evitamos que esa madre siga estresándose con la tarea de dar teta, porque finalmente "a veces no se puede no más". Y efectivamente, la guagua sube de peso de manera increíble, la madre duerme mejor y en la familia están todos más tranquilos. Pero, porqué entonces esa madre se siente tan mal cuando ve un post donde las pro teta defienden la lactancia y sus beneficios?. Creo que es porque esa mamá  en realidad nunca quiso renunciar, sino que quería desesperadamente más apoyo, más consejo, una mujer sabia al lado...la mayoría renuncia por un entorno poco amigable con aquellas que quieren seguir intentando. Esa mujer nunca estuvo en paz con la decisión. Y eso aplica no sólo para la lactancia materna, sino que también aplica al colecho, a la vuelta al trabajo, a si llevo al niño al jardín o no, etc, etc.
Tomamos algunas decisiones a partir de opiniones de otros que suponemos saben más que nosotras, para sentirnos "liberadas". Pero, ¿de qué nos queremos liberar?, ¿ de nuestros hijos? ¿ de la maternidad?.
Nos queremos liberar del entorno poco apoyador, de los empleadores que ven la maternidad de sus empleadas como un cacho, de las colegas que nos miran mal por tener fuero maternal, de la pareja que no entiende que su mujer tiene que pasar por este proceso, que hay días buenos y otros muy malos, pero que todo este ir y venir de sentimientos son un viaje que nos transforman finalmente en nuestra mejor versión. Con o sin él. De los pediatras, en su mayoría hombres que tratan de enseñarnos como dar teta y al verse sobrepasados nos pasan un tarro para deshacerse de nosotras. No nos sentimos agobiadas por nuestros hijos, estamos agobiadas por todas las demás cosas que también tenemos que hacer bien, nos sentimos agobiadas en la soledad de maternar, y me refiero a la soledad entre nosotras. Nos dejamos solas, nos abandonamos mucho tiempo atrás, cuando nos convencieron que nuestro instinto animal no era suficiente, que no teníamos nada que enseñarle a la mujer a nuestro lado o a nuestras hijas.
Creo que hoy que esta de moda volver unos cuantos millones de años atrás para rescatar la parte más "salvaje" de ser madre, nos damos cuenta de lo mucho que se perdió a lo largo de todas estas décadas, y nos invade la pena de no poder disfrutar el SER madres, con todo lo que conlleva.
Yo siempre le digo a la gente que me abre los tremendos ojos cuando digo que llevo 2 años amamantando, que tengo que aprovechar, que yo ya no fui como mis abuelas que tuvieron 13 hijos, yo con suerte logré tener uno y no se si vendrán más. Entonces cómo no aprovechar el privilegio de darle de comer desde mi propio cuerpo?. Qué poderoso!! que intenso!!. Cómo no aprovechar de dormir abrazada a mi hijo y mi esposo, protegiéndonos del frío y del miedo de la noche?.
Lo único que pido es que si una madre tiene que renunciar a la lactancia materna, lo haga en forma tranquila, sabiendo que hizo todo lo que pudo, que recibió todo el apoyo necesario, que su entorno le dio las herramientas y la contención que necesitaba para finalmente tomar esa decisión en paz. No nos dejemos solas, no nos dejen solas. Nunca más.
Cuando veas a una madre es problemas, no le des tu consejo de buenas a primeras. Pregunta antes, ¿en qué puedo ayudarte?..


Jennifer Ravanal Cortés
Enfermera
Monitora de Lactancia OMS
Umagen obtenida de la web www.survival.es 


sábado, 6 de mayo de 2017

El rol del Padre en la "Mapaternidad"

Hoy en día y gracias al cosmos, el arte de criar hijos está cada vez más equilibrado entre lo que hace la madre y el padre. Aunque este cambio está en contínuo desarrollo y falta mucho por alcanzar. Según la encuesta del SERNAM del 2009, sobre el uso del tiempo en la región Metropolitana, los hombres realizaban un 29% del trabajo doméstico no remunerado,  en contraste con el 71% realizado por las mujeres. Y bueno, tener tiempo para poder criar bien, significa organizarse con las tareas de la casa también.
Además, recién nos estamos deshaciendo un poco de la idea de que las mujeres somos las que debemos estar a cargo del cuidado diario de los niños. (un 63,7% de lo hombres y un 80% de las mujeres piensan que el cuidado diario esta a cargo principalmente de la madre, encuesta IMAGES, 2009); lo cual nos dificulta la tarea de soltar. Porque cuando los hombres deciden involucrarse más en la crianza de nuestros hijos, al principio nos cuesta aceptar la ayuda, o nos cuesta adaptarnos al estilo más lúdico, relajado y menos pulcro por así decirlo, que tienen la mayoría de los padres de hoy.
Pero eso tiene también su encanto. Cuando ambos padres son  primerizos,  ninguno de los dos sabe mucho de como llevar a cabo la tarea y es más entretenido aprender a partir de los errores e ir perfeccionando las habilidades parentales en conjunto.
Pero sin duda, independiente de los errores que ambos podamos cometer, es una real bendición vivir en un momento de la historia donde el ser un padre involucrado es "cool". Las mujeres babeamos al ver a un papá con el coche en mall mientras la mamá vitrinea un rato. Y si ese papá usa el fular o cuida al niño mientras la mamá sale con las amigas, ese padre pasa a un nivel "sayayin" de la paternidad activa. Recordemos que antes los padres no se quedaban solos con sus hijos, y era muy mal visto que la mujer saliera con las amigas y dejara a los niños en la casa cuál casquivana sin rumbo. Todavía no falta la lesa que cuando sales te pregunta "¿ y dejaste al niño solo?", como si el cachorro no tuviera un padre. Y bueno si no tuviera padre, tiene abuelos, otros familiares, babysitter o lo que sea. Y por último, para que preguntan leseras!.
Ser un papá involucrado, cercano, aperrado, 4x4, es cool. Es sexy. Uno encuentra  a la pareja más rica que nunca si lo pillas lavando loza o si llegas a casa y tiene al hijo bañado y perfumado. O no?
Por eso les dejo a ustedes hombres macho alfa pelo en pecho lomo plateado con olor a Old Spice, algunos consejos para que sean padres cool. 

  • Acompaña a tu pareja durante el embarazo : Infórmate, anota las fechas de las ecografías en tu frente para que no se te olvide ir. A mi me gustaba ir a las ecografías con mi esposo, porque se le ocurrían preguntas muy buenas! entonces pueden resolver más dudas. Ya saben, dos cerebros piensan más que uno.
  • Haz uso de tu permiso postnatal : Y organiza muy bien el tiempo. A mi esposo se le fue el postnatal en puros trámites de registro civil, isapre y otros varios. Al final no tuvimos mucho tiempo para pasar juntos. Ojo ahí!
  • Participa en los controles de salud de tus hijos: Súper importante hoy en día hacerse participe de los controles de salud de los hijos. Es fundamental que sepas como van tus hijos en el crecimiento, o en caso de enfermedad saber qué medicamentos toman, y como administrarlos. Preguntar y aprender sobre aspectos importantes del desarrollo normal de los hijos, te permitirá conocerlos mejor e identificar problemas de manera acertiva y eficiente. Y en conjunto con la madre se vuelven un equipo más sólido.
  • Compartir las tareas del hogar: O sea, si tienes las lucas para contratar a una asesora que se haga cargo del despelote diario, tal vez podrías librarte de este punto. Pero si no es el caso, estás frito, mejor que te pongas las pilas y haz lo que haga falta hacer. Por favor no esperes a que te manden a hacer las cosas, no es gracioso tener que decirle a la persona que vive contigo lo que tiene que hacer, y además uno empieza a odiar la frase "te puedo pedir un favor?". En realidad no hay favores, es hacerse cargo, nada más. Y si no te gusta limpiar la casa, entonces hay muchas cosas que hacer por los hijos. Bañarlos, darles de comer, preparar las mochilas para el jardín o lo que sea, entretenerlos mientras la mamá hace otra cosa, en fin, no falta que hacer en una casa con niños chicos jaja. Por otro lado es importante tomando en cuenta que estamos criando al futuro de la humanidad, que los hijos vean a ambos padres participando de todas las tareas del hogar. Así algún día tendremos una sociedad mas equitativa en muchos aspectos, menos machista, más inclusiva y se crean lazos afectivos importantes al compartir las actividades del hogar.
  • Apoya a tu pareja en la lactancia: La lactancia por muchos factores de la modernidad misma, se ha vuelto difícil. Los primeros días son cruciales para lograr una lactancia materna placentera y feliz. Los padres a menudo se sienten desplazados en el tema de la lactancia, pero pueden involucrarse de diferentes formas:
    • Lee un manual de lactancia: No cuesta nada estudiar un poquito y aprender como funciona la lactancia, aprender algunas posiciones para amamantar es útil para ayudar a tu pareja. Aprender a almacenar leche, congelarla y prepararla para que después no tengas problemas cuando te quedes solo con tus hijos.
    • Reforzar positivamente a la madre: Nos verán muchas veces al borde del colapso, ahí ustedes son cruciales. Un abrazo, un masaje en la espalda, tomar al niño si está muy agitado, para que la mamá retome fuerzas. Preparar un snack rico para dejar cerca de la mamá cuando va a amamantar, preparar un jugo, cargarle el celular, ponerle el Netflix, jaja todo sirve!!. un beso cariñoso. acostarse al lado de tu mujer y hacerle cariño mientras da pecho. Te aseguro que te sentirás más participe del proceso.
    • Respeta la duración de la lactancia: Me refiero a que si la lactancia va a durar 3 meses o dos años, es algo que tiene que darse de forma natural. Conversar siempre sobre sus dudas, inquietudes, temores, sentimientos de manera honesta y respetuosa les ayudará a tomar decisiones en conjunto sin sentirse culpables o pasados a llevar. Recuerden que los niños crecen muy rápido, aprovechen las etapas con calma que después estos días no volverán.
  • Portea: Usar fular, mei tai o mochila ergonómica es maravilloso. El Porteo tiene muchos beneficios para el bebé, lloran menos al sentirse protegidos y contenidos, tienen menos cólicos por la posición que adoptan y por el movimiento al portearlos, fomenta el apego seguro y pueden dormir plácidamente sin ningún problema. Además es más cómodo que el coche o que tomarlos en brazos y es muy práctico si usas el transporte público. Y el nivel de cercanía que desarrollan es fabuloso. Eso sí, por favor usen bien los métodos de porteo, fijarse muy bien en la posición correcta del bebé (posición de ranita), que sea un método ergonómico y nunca NUNCA la guagua mirando hacia adelante!!!
  • Siéntete libre de derretirte: Creo que esto significa ver las cosas con ojos de niños. Aprovecha cada instancia que tengas de abrazar, besar, observar, enseñar, etc. Sin miedo a emocionarse, sentirse tontamente enamorado. Los padres también pueden jugar  a las tacitas, pueden disfrazarse, jugar en el barro, columpiarse. Aprovechen de ser niños otra vez, descubran todo de nuevo a través de sus hijos, es una experiencia magnífica que hace muy bien al alma. Y EXPRESA TU AMOR!!!
  •  Cuida tu lenguaje y no te olvides que ellos aprenden todo de nosotros: La manera en que tratas a las demás personas y a tus hij@s, se reflejará en ellos sin duda alguna. Recuerda que siempre puedes cambiar la historia. Es posible romper los círculos y hacer un futuro mejor para ellos. Si necesitas ayuda, no temas en pedirla, querer ser un mejor padre para tus hijos es una decisión admirable y valiente.  
  • Nadie nace sabiendo: Ser padre y madre se aprende en el camino, no hay recetas. Lo importante es hacer siempre lo mejor que podamos, querer mucho a nuestros hijos, jamás hacerles daño y si crees que estas en riesgo de maltratar, pide ayuda, Urgente!! los niños son lo más valioso que tenemos en el mundo y merecen nada más que alegría y amor. 
  • Dar espacio y darse espacio:  El iniciar una vida en familia implica un gran cambio para la dinámica de la pareja. Estamos ambos más cansados, las madres estamos muy sensibles, cortas de genio y nos encontramos lidiando con el hecho de que nuestra vida ha cambiado para siempre. Y el padre a veces no sabe bien como manejar la situación. En esta etapa es muy importante organizar el tiempo para que ambos tengan espacio para seguir desarrollando las actividades que nos hacen sentir bien. Ir al gimnasio, salir a caminar, ir a la peluquería, ir a un asado, tomarse una cerveza con los amigos. En fin, ambos deben poner de su parte para que ninguno se quede con la sensación de que ya nada es como antes. 
  • Paciencia:  por favor, paciencia con nosotras, volveremos a ser las mismas de antes, con el apoyo de ustedes, con amor, conversando mucho, tratando de no perder la calma. Nosotras entramos en una dimensión distinta al tener hijos, pero estamos ahí, volveremos de a poquito en la medida que nos ayuden a hacerlo.


Yo creo que me faltan mil cosas más por escribir, pero esto es como una pincelada de ideas que pueden servir a los que serán papás pronto. Tal vez si hay padres leyendo esto por ahí tienen algo más que aportar. Eso sería maravilloso....Un abrazo!!

Fuente: Chile Crece contigo - Unicef 

Imagen obtenida de la Web

martes, 31 de enero de 2017

Composición de la leche materna.

Encontré este artículo publicado el 2011 en la revista Acta Pediátrica de México, escrito por una Gastroenteróloga Pediátrica que explica súper bien la composición de la leche materna y como esa composición se transforma en múltiples beneficios para nuestros hijos.
Me gustó leerlo y hacer un resumen para ustedes porque yo también aprendí algunas cosas nuevas. 
El compartir este tipo de artículos no es con el afán de cuestionar a aquellas que no han podido dar lactancia materna por el motivo que sea. Es sólo informar y promover la lactancia materna como primera opción. Y es también un estímulo para aquellas madres que están en proceso de lograr una lactancia materna exitosa, para que vean que vale la pena intentar. Ayer conversaba con una mamá y le decía que esto de la lactancia es una inversión que rinde frutos en el transcurso el proceso, y que lo mejor es ponerse metas a corto plazo para no sentirse abrumada. Hay que partir por lograr un buen acople, llegar a no sentir ninguna molestia y que la guagua disfrute su teta. Y de ahí veremos cuántos meses duramos con la lactancia. Un día a la vez. 
Acá les dejo este resumen que habla de la composición de la leche materna y sus beneficios nutricionales e inmunológicos. Y ojo que acá faltan más beneficios y además no toca la parte del beneficio en el vínculo madre e hijo. Espero les sirva.

La leche materna sufre modificaciones de los elementos que la integran en diferentes etapas.

Precalostro: Es un exudado del plasma que se produce en la glándula mamaria a partir de la semana 16 de embarazo. 

Calostro: Se produce durante los primeros 5 a 7 días post - parto. Tiene consistencia pegajosa y es de color amarillento por la presencia de beta- carotenos. Su volumen puede variar de 2 a 20 ml/ día en los 3 primeros días, a medida que el bebé succiona, va aumentando la cantidad producida. La cantidad de calostro producida por la madre es suficiente para cubrir las necesidades del recién nacido  por lo que no es necesario complementar con fórmulas lácteas. Tiene un 97% de proteínas ( la mayoría son inmunoglobulinas A- IgA), además de vitaminas liposolubles, lactoferrina, factor de crecimiento, lactobacilos bifidus, sodio y zinc.
El calostro protege contra infecciones y alergias ya que transfiere inmunidad pasiva al recién nacido por absorción intestinal de imunoglobulinas, además contiene grandes cantidades de linfocitos que regulan la respuesta inmunitaria de nuestro organismo. Por otro lado tiene una sustancia llamada motilina, que tiene efectos laxantes que ayudan a expulsar el meconio en el bebé.

Leche de transición: Se produce a continuación del calostro y dura entre 5 a 10 días. tiene mayor concentración de lactosa, grasas y vitaminas hidrosolubles.
Las proteínas, las inmunoglobulinas y las vitaminas liposolubles, disminuyen su concentración, pero debido al aumento del volumen de producción de leche que puede alcanzar los 660 ml/día hacia el día 15 post- parto. Esta leche tiene ya su color blanco característico.

Leche madura: Comienza su producción a partir del día 15 post parto y puede continuar por más de 15 meses. Su volumen promedio es de 750 ml/día, pero puede llegar a los 1.200 ml/día en madres con embarazo múltiple. Su composición es más estable.
  • Agua: Representa el 87% del total de sus componentes y cubre los requerimientos del bebé, aún en circunstancias extremas de calor, por lo que no se requieren líquidos suplementarios.
  • Osmolaridad: Tiene una osmolaridad mucho menor comparada con la de las fórmulas infantiles de leche de vaca. y esto evita nuevamente que el bebé requiera de otros líquidos complementarios. Porque hay menor carga renal.
  •  Energia: Aporta de 670 a 700 kcal/L en su mayoría provenientes de los hidratos de carbono y grasas.
  • Hidratos de carbono: Aportan energía al sistema nervioso central. Además la lactosa favorece el desarrollo dela flora intestinal  e impide el crecimiento del microorganismos patógenos, además de mejorar la absorción del calcio. 
  • Grasas: El volumen de lípidos difiere entre mujeres por distintos factores, como por ejemplo el momento del día, ya que en las tardes y noche se incrementa la grasa presente en la leche. El momento de la tetada, debido a que después de 10 minutos de succión en cada pecho, la concentración de grasas incrementa desde un 1,5% hasta incluso un 6%. Además de factores individuales como la ingesta de grasas en la dieta de la madre, ya que una ingesta ADECUADA de grasas garantiza una cantidad de grasa óptima en la leche. Mujeres con mayor ganancia de peso durante el embarazo ven incrementadas las grasas en la leche materna. Por último a mayor volumen de leche, menor es la concentración de grasas en la leche de la madre. Dentro de las grasas se encuentran también los ácidos grasos, algunos de los cuáles son muy importantes ya que deben ser obtenidos de la dieta de la madre y que tienen un papel fundamental en el desarrollo estructural y funcional de los sistemas visual- sensorial, perceptual y cognitivo del lactante, además ayudar en la modulación de las respuetsas inflamatorias e inmunes del organismo.
El equilibrio que existe entre los ácidos grasos poliinsatrurados/ saturados no ha podido ser igualado por la industria alimenticia y su importancia radica en que favorece la absorción de calcio y fósforo. La leche materna aporta grandes cantidades de colesterol, grasa que participa en la proliferación de las neuronas y la mielinización de éstas. Además este delicado equilibrio de las grasas permite proteger al niño de la obesidad y enfermerdades coronarias en su vida adulta. Finalmente, la lipasa mejora la digestión de las grasas por el lactante.

  • Proteínas: La concentración de proteínas va bajando según avanza la lactancia, independientemente de las proteínas que consume la madre. El tipo de proteínas que contiene la leche human la hacen única para la especie humana ya que tienen mejor biodisponibilidad, ya que el recién nacido tiene las enzimas para digerirla en forma adecuada. Las proteínas de la leche humana tienen bajo peso molecular lo cual las hace menos alérgenas en comparación con las proteínas de la leche de vaca. La lactoferrina es una de las proteínas presente y se une al hierro para mejorar su transporte y absorción. La caseína favorece el transporte de calcio, fósforo y amoniácidos para fines estructurales a nivel celular.
  • Existen otros compuestos que participan favoreciendo la digestión de grasas y el desarrollo del sistema nervioso central, promoviendo el crecimiento y la maduración intestinal, favoreciendo la función inmune, modificando la microflora intestinal, mejorando la disponibilidad del hierro, etc.
    • Vitaminas: La leche de mujer, contiene vitamina C, niacina, beta caroteno, y vitamina E. No tiene niveles óptimos de vitamina D, por lo que se suplementa la ingesta y además se puede estimular con la acción del sol y rayos ultravioleta. La vitamina K nunca es óptima en la leche materna, por lo cuál a todo recién nacido se le administra 1mg. intramuscular en dosis única. El hierro por otro lado se absorbe hasta en un 75%, en comparación con la leche de vaca donde solo se absorbe un 10%. El calcio se absorbe también hasta en un 75%, comparado con el 20% del calcio de la leche de vaca.
    La leche materna cumple un rol fundamental en el desarrollo del sistema inmune por lo cual debe ser considerada como la primera vacuna que recibe el niño después de nacer ya que protege contra numerosas infecciones a las que está expuesto durante el primer año de vida.
    La lactancia materna exclusiva por al menos 6 meses, retarda la aparición del asma, la rinitis alérgica, la dermatitis atópica y la alergia alimentaria. Además disminuye el riesgo de desarrollar enfermedad celiaca, previene la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la esclerosis múltiple, y la artritis reumatoide, obviamente también todo sujeto a otros factores como el ambiente y el estilo de vida. 



    Dejo el link para las que quieran leer el artículo original ..

    Composición e inmunología de la leche materna