viernes, 2 de febrero de 2018

Control de Esfínter: Nuestra experiencia

Empezamos con el control de esfínter en el mes de Octubre. Haciendo caso a los consejos ancestrales de que es mejor en primavera - verano. También consideramos que ya nuestro hijo tenía dos años y 6 meses y que tal vez podría estar lo suficientemente maduro como para dejar los pañales.
Ya había probado control de esfínter cuando Pedro tenía 2 años, sin embargo, el intento duro una semana con suerte, porque definitivamente descubrimos que aun no estaba preparado para esa etapa.
Y a partir de eso no nos calentamos mucho la cabeza hasta que a mediados de año quedé embarazada. Y ahí se me acaba lo "Montessori" y me empiezo a urgir pensando en como voy a cambiar los pañales de dos guaguas y el gasto mensual en pañales y todos esos panoramas terribles que nos imaginamos las madres. Inmediatamente empiezo a leer artículos sobre el control de esfínter y bueno ahí mencionaban como había que tener una visión que respetara los tiempos del niño ya que el control de esfínter, como el sueño, es un proceso evolutivo que no se puede presionar mucho, porque eso solo traería estrés para el niño y los padres. Me hacían mucho sentido algunos artículos, sobre como de partida le llamamos "quitar los pañales", cuando en realidad hay que esperar a que el niño "deje los pañales". De como presionamos a los niños a dejar los pañales, cuando nosotros mismos les pusimos los pañales desde el nacimiento para hacer nuestra vida más fácil. Existen culturas donde las madres están tan apegadas a sus hijos que no usan pañales porque sus madres desde el principio saben leer las necesidades de sus hijos a la perfección, por lo cual el uso de pañales esta demás.
Mi hijo es muy "prendido de mente" como le digo yo. Absorbe todo rápidamente. había avanzado un montón en la parte de lenguaje durante el año y eso me hacía pensar que podría estar listo para "dejar los pañales". Decidimos esperar hasta Octubre para intentar con el proceso, ya que el clima nos podría acompañar.
Cuando empezamos coincidió que en el jardín varios niños iban a empezar el proceso junto a Pedro. Cabe mencionar que en mi caso en ningún momento fuimos presionados por el jardín en el tema de control de esfínter,
Así que empezamos a explicarle a nuestro hijo lo que pasaría. Teníamos que llevar 6 mudas extras en la mochila del jardín para los eventuales accidentes, las típicas chalitas de plástico para no arruinar los zapatos, comprar muchos calzoncillos, compramos una pelela barata en el supermercado  y ya con eso estábamos más o menos listos para empezar.
Nuestro hijo los primeros días anduvo super bien y al tercer día ya avisaba y amanecía con el pañal seco!, una maravilla! hacía pipí antes de irse al jardín. Todo perfecto. Pero esa misma semana nuestro hijo se enfermó. Obviamente en esas condiciones consideramos que no era adecuado pedirle a Pedro que controlara esfínter estando con fiebre y decaído, por lo que esos días volvimos al pañal y dejamos que se recuperara.
Al querer retomar el proceso notamos que retrocedimos gran parte del camino recorrido. se hacía pipí muchas veces, de avisar ni hablar, no se sentía incómodo con el pañal sucio, no quería sentarse en la pelela, etc.
Bueno fue todo más o menos un fracaso y yo que ya tenía varias semanas de embarazo, se me hacia más complejo tener la energía para ser lo suficientemente paciente con el proceso. Esto llevó a pasar por días donde mi paciencia se agotaba rápidamente y había un nivel de estrés en la casa que no era muy saludable.
Por el contrario en el jardín, mi hijo controlaba esfínter mucho mejor que en la casa. Si bien aún no avisaba, a los niños allá los sientan en la pelela en ciertos horarios y nuestros hijo andaba bastante bien con eso. Lo cual comprobaba que el establecer ciertas rutinas y el ver a sus compañeritos hacer lo mismo (imitación) eran factores que eran muy importantes.
En la casa el cuento era distinto, Las rutinas por diferentes motivos a veces variaban y no habían otros niños a quien imitar.
Pasaron algunas semanas y me rendí un poco. Decidimos comprar estos pañales sube y baja que son muy prácticos, pero son mucho más caros que los pañales normales. Cada día estaba más embarazada y aún estaba trabajando. así que ahí ya decidí relajarme con el tema. Los días en que Pedro estaba más sensible, le poníamos pañal, o si en un día yo me sentía especialmente cansada, pañal!. si viajábamos en auto por ratos más largos, pañal! jajaja y así. trate de evitar el estrés demás en mi y en la familia en general. Los días en que estábamos con más tiempo y de buen ánimo, retirábamos los pañales y veíamos si avanzábamos un poco más. Además ya estaba aburrida de escucharme a mi misma preguntar cada 10 minutos ¿quieres hacer pipi?, ¿y ahora?, ¿ahora sí?, ufff ni yo me aguantaba con la tonterita.
Así que deje de preguntar tanto. preguntaba cada una hora, nada más.
Y fueron pasando los días y semanas.....hasta que llegó enero.. y nuestro hijo finalmente empezó a avisar pipí y popó jajaja. El ultimo desafío era cambiar la pelela por la taza de baño. Compré el adaptador para la taza del baño en el supermercado que me costo $4.990 y no tuvimos mayor problema. Al principio no quería sentarse, yo supongo que le daba susto caerse o algo así, pero ahora ya agarró confianza y avisa sin problemas.
En conclusión, es verdad que es un proceso evolutivo, pero que tal vez no va tan a la par con otros aspectos como el lenjuage y que se yo. Yo juraba que Pedro aprendería en 3 días, porque "él es muy inteligente" y sí, lo es, como la mayoría de los niños, pero simplemente él no sentía la necesidad de dejar el pañal aún y punto.
Como ya habíamos empezado, tampoco era muy cuerdo retroceder por completo y abandonar la misión. Sólo nos tomamos las cosas con más calma y fuimos mucho menos estrictos con respecto al tema. Si había un día en que yo no tenía ganas de andar detrás de Pedro con el "jarrito del pipi", simplemente le ponía el sube-baja y le preguntaba igual si quería ir al baño, en algunas ocasiones resultaba, otras no. Pero ya traté de no calentarme la cabeza.
Fue fundamental el apoyo del jardín. Las tías secas y llenas de paciencia. Además justo a nuestro hijo le correspondía pasar de nivel y llego a una sala donde la mayoría ya había dejado el pañal y tenían el baño adaptado a su estatura y eso facilitó que perdiera el miedo de hacer sus necesidades en la taza del baño.
El control de esfínter nocturno la verdad en este momento me importa un bledo. A dos días del nacimiento de mi segundo hijo, me siento totalmente pagada con el hecho de que Pedro no use pañal de día. La energía no nos alcanzará para atender a un recién nacido y además preocuparnos del pipí de Pedro en la noche. Sin embargo, esta ultima semana ya está amaneciendo con el pañal seco. Así que creo que voy a esperar a que él mismo quiera sacarse el pañal y ahí ver como vamos.
Estamos conscientes  de que hay una gran probabilidad de que una vez que Andrés nazca, su hermano puede retroceder un poco. Estoy mentalizada y no tengo problemas en volver al pañal un tiempo. Pero me imagino que tendremos que esforzarnos nosotros como padres en mantener contenido y atendido a Pedro de tal manera que no sienta que tiene que volver a ser bebé para recibir atención. Y sí, se que eso será difícil, pero creo que es importante el hecho de que al menos estamos al tanto de la posibilidad y eso siempre ayuda a que uno tenga una mejor disposición a los cambios que se vienen.
Finalmente alcanzamos justito a dejar el pañal antes de la llegada del hermano menor, pero nos demoramos varios meses, con buenos días y otros para el olvido. La lección es no hacerse expectativas muy altas con respecto a estos "hitos" del desarrollo de los niños, entender de una vez que los niños tienen su tiempo, por favor hacer caso omiso de los "mi hijo se demoró dos días no más", porque al final pierdes mucha energía vital estresándote por algo que en realidad depende de tu hijo.
Creo que fue mejor dejar fluir en forma más relajada. No tuve la casa toda meada. Mis sillones nunca se mancharon y sufrimos poco. Igual hubo momentos en que me enojé y reté a Pedro y ahí fue donde me aburrí de  mi  misma. La verdad después pensaba que ya no alcanzaríamos a avanzar mucho antes de que naciera el nuevo bebé. Viajamos a la playa en enero y yo creí que en un ambiente extraño y con más gente en la cabaña, tenía cero posibilidad de avanzar. Pero ya ven, los niños nos sorprenden cuando menos lo esperamos, y nuestro hijo no se hizo ni una sola vez. Incluso avisaba estando metido en el lago jajaja, maravilloso!!
Y esa es mi historia...uno hace lo mejor que puede dentro de sus posibilidades, igual es súper bueno leer un poco sobre el tema para bajar un poco las revoluciones y no apurar mucho a los niños. Hay consejos de gente alrededor que sirven mucho y otros que es mejor ni siquiera escuchar (hacer como que escuchas pero no, jajaja) y a partir de eso, mezclar lo que resulte cómodo para tu familia.

Éxito para las que están en el proceso....ánimo, paciencia y mucho amor....si la cagan, pidan disculpas...nosotros les colocamos los pañales en un principio, ahora nos tenemos que aguantar el trabajo.


Les dejo el artículo de Chile Crece Contigo con respecto al tema.

control de esfínter, chile crece contigo



Jennifer Ravanal C.
Enfermera.
Monitora de Lactancia Materna.


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